Eran muy pocas familias las que festejaban la boda, lo solían hacer las pudientes -realeza y aristocracia- y casi siempre eran por interés, ya fuera por dinero, política, estados o familias poderosas. Había pocos casos en los que fuera por amor.
Los trajes seguían la moda del momento, con buenos tejidos y bordados. Solían utilizarse materiales preciosos con colores que en la historia han significado poder: rojo, púrpura, bermellón, oro y el negro que se podrían utilizar posteriormente para otras ceremonias.
La que hizo que saliera a la palestra el color blanco, fue la Reina Victoria de inglaterra, con su primo Alberto Sajonia Coburgo, el 10 de febrero de 1840 en el siglo XIX. Y fue ella la que marca unas características que hoy en día se siguen, el color blanco, el encaje, la cola, el velo bordado. Y fue quien hizo llegar la tradición a todos los lugares de Europa.
En nuestro país, llegó la moda en 1906 con la boda de Victoria Eugenia de Battemberg y Alfonso XIII. Llevaba un vestido blanco y un velo de encaje, siguiendo la tradición de su abuela 80 años antes.
Aquí os dejo una foto muy importante para mi, la de la boda de mi abuelo Agustín y mi abuela Rafaela |
Hoy en día, podemos elegir un infinito abanico de cortes, colores...
Y lo más importante, se puede casar todo el mundo por amor y celebrarlo ya sea mas o menos obstentosamente.
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